El dolor es una de los motivos más habituales por los que se consulta con un médico. El dolor agudo es el sistema de alarma de su cuerpo, que le envía un mensaje para avisarle que algo anda mal.
El dolor agudo puede ser leve y durar solo un momento, o puede ser grave y durar varios días o semanas. El dolor agudo puede ser causado por una lesión, una infección o una enfermedad. Este dolor puede ser intenso, agudo, punzante, palpitante o agobiante. Por lo general, desaparece cuando se soluciona la causa del dolor. El dolor agudo que no mejora puede convertirse en dolor crónico.
Es importante no ignorar el dolor agudo, ya que su cuerpo le está pidiendo que se detenga y se ocupe de la causa del dolor. Al ignorar el dolor, la persona podría hacer demasiado muy pronto y antes de que el cuerpo se recupere.
Recuerde: el dolor se considera como una parte normal del proceso de sanación.
El dolor no es una sensación placentera. Puede ser una experiencia conmovedora. El dolor puede ser causado por una afección médica, como una enfermedad o una lesión. Cómo usted se siente y reacciona al dolor depende de qué lo causa y de otros factores personales, como por ejemplo:
- Su configuración genética y la sensibilidad de su cuerpo al dolor
- Los hábitos de alimentación, la actividad física y el descanso suficiente
- Antecedentes de salud
- Tensión y ansiedad
- Experiencias anteriores con el dolor
- Factores biológicos, psicológicos y otros de orden social, como la religión o las preocupaciones por el dinero